Generalización

Las tareas de imitación diferida también se utilizan para examinar la capacidad de los niños pequeños de generalizar la información. La generalización implica extender lo que aprende un niño en un contexto, en un conjunto específico de condiciones, a un nuevo contexto en condiciones diferentes.

En tareas de imitación diseñadas para medir la generalización, un niño podría observar una acción demostrada con un objeto antes de que se les muestre un objeto similar que tiene una característica diferente. La característica diferente puede ser un color, forma o tamaño diferente, pero el objeto aún funciona de la misma manera. Por ejemplo, un niño pequeño podría observar al cuidador mientras arma una torre con bloques de madera natural. Pero cuando le dan bloques multicolores, objetos similares que difieren en color, la pregunta es si imitará, o no, la acción que vio con los bloques de madera natural. Si el niño imita la acción original con el objeto nuevo, entonces habrá generalizado la información con éxito. Otro tipo de generalización es la imitación a través de contextos, en los que un niño puede ver una acción demostrada en un contexto, como una sala de laboratorio de investigación que está decorada de manera inusual, con lunares, y luego encontrar ese mismo objeto en un contexto totalmente diferente, como la guardería infantil a la cual asiste o en su hogar. 

La memoria de los niños pequeños no es tan flexible como nuestra memoria de adultos. Así como la capacidad de un niño para imitar una acción después de un retraso aumenta con la edad, también lo hace su capacidad de generalizar a través de distintos objetos y lugares. La capacidad de generalizar información a nuevas situaciones es sumamente importante para el desarrollo de los niños. Los niños pequeños experimentan nuevos lugares y objetos a diario. Aprender cómo hacer las cosas con objetos tomaría demasiado tiempo si los niños tuvieran que volver a aprender un comportamiento cada vez que encuentran un objeto en un nuevo contexto.