De la escucha al habla

Este módulo se concentra en la percepción del habla o en cómo los bebés aprenden los sonidos del lenguaje. También pudo observar evidencia de que la percepción y la producción del habla están estrechamente vinculadas. En efecto, la investigación demuestra que las destrezas precoces de percepción del habla predicen el posterior desarrollo del habla. Por ejemplo, los bebés que detectan mejor las diferencias entre los sonidos vocálicos de su idioma materno a los 6 meses hablan y entienden más palabras a los 2 años de edad. De manera similar, los bebés que detectan mejor las diferencias entre sílabas de su idioma materno a los 7 meses y medio de edad dicen más palabras y oraciones más largas entre el año y los 2 años y medio de edad. Los investigadores cerebrales han descubierto una estrecha relación entre los distintos componentes básicos de la comunicación. Por ejemplo, los niños cuyos cerebros tuvieron respuestas eléctricas más fuertes a los sonidos del idioma materno durante el primer año de vida tendieron a hablar más, y a usar un lenguaje más complejo, durante el segundo y el tercer año de vida.

Estos son apenas algunos ejemplos del efecto dominó del aprendizaje del idioma. Escuchar hablar durante el primer año de vida permite a los bebés producir los mismos sonidos y, posteriormente, pasar a palabras y oraciones. Aquellos niños que sean “oyentes” más eficaces durante su primer año de vida estarán mejor preparados para producir palabras y oraciones más adelante. Finalmente, aprender a leer y a escribir es el resultado de estos componentes básicos de la comunicación. Las raíces de la comunicación y de la alfabetización comienzan a extenderse al escuchar los sonidos del lenguaje durante el primer año de vida.